Protagonistas: Jose Antonio Primo de Rivera

Posted by Emilio | Posted in , , , , , , | Posted on 10:43

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José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia fundó y lideró la Falange Española (Siendo el principal ideólogo del Nacional-Sindicalismo /Wiki./Red) durante los años previos al conflicto y durante buena parte de él hasta su fusilamiento por la Républica, en el que pudo llegar a participar el bando del general Franco, que le temian por su influencia y intenciones de llegar a crear un nuevo bando de la derecha que alargaría el conflicto.



Primo de Rivera aspiraba a que la Falange fuese el motor de la insurrección y mantuvo contactos con militares para que apoyaran una insurrección dirigida por la Falange, incluso movilizando al partido para preparar la insurreción . En todo caso, "por el momento, la tarea de los organizadores de la Falange es trabajar sin descanso por fortalecer todos los órganos: será en el mes de octubre cuando se pueda hablar de un plan integral y calcular los elementos de los que se deba disponer para cumplirlo"



A finales de 1934 o principios de 1935, Primo de Rivera redactó la composición del posible gobierno que saldría de la insurrección. Formado principalmente por falangistas, también figuraban Franco, Mola y Serrano Súñer como ministros de la Defensa Nacional, Gobernación y Justicia respectivamente. Primo de Rivera se autonombraría jefe de aquel gobierno.



En 1935 elaboró varios planes preparar una insurrección que tendría su origen en Fuentes de Oñoro, pueblo de la provincia de Salamanca, para incorporar al general Sanjurjo. Y en noviembre, otro plan preveía que la insurrección comenzara en Toledo, con la colaboración del general Moscardó. Ninguno de estos planes encontró los apoyos suficientes. Más adelante, recurriría directamente a Franco, entonces jefe del Estado Mayor, para que apoyara una insurrección.



Con la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, las tramas para derrocar a la Republica se fortalecieron. Durante varios días el país vivió el riesgo de una intervención castrense para anular los comicios. A partir de entonces se sucedieron las reuniones de generales para propiciar un pronunciamiento. El 8 de marzo, en una de esas reuniones celebrada en el domicilio de un miembro de la CEDA, se concretó un plan para dar un golpe de Estado el 20 de abril del que saldría una junta militar presidida por el general Sanjurjo, todavía en el exilio. Las tramas insurrecciónales iban confluyendo y la Falange era ignorada, quedando al margen de ellas.


El 14 de marzo, Primo de Rivera ingresó preso en la cárcel Modelo de Madrid por posesión ilícita de armas y posteriormente, el 5 de junio, fue trasladado a la cárcel de Alicante. Desde la cárcel, favorecido por un relajado régimen de visitas, dirigió a la Falange tratando de llevar la iniciativa en la insurrección.

Muchas brigadas falangistas de la zona levantina intentaron rescatarle, pero finalmente desistieron ante la violencia de la Guardia de Asalto republicana. Además, José Antonio se negó en númerosas veces a huir del presidio de incógnito, ocasión que se le planteó en númerosas ocasiones.

En sús últimos meses de vida, llegó a la conclusión de que la Guerra Civil era lo peor que le había pasado a España desde la Tercera Guerra Carlista, rebajando su extremismo inicial, lo que le valdrá la consideración "de ser la única parte que hubiera podido solucionar el conflicto".

Tras ser condenado en Madrid y estando ya en Alicante, sentencia fue confirmada por la Corte Suprema. El comunista Jesús Monzón, Gobernador Civil de Alicante, trató de retrasar la ejecución, pero el comité de Orden Público local ordenó la ejecución de la sentencia para la mañana del día 20. La sentencia se cumplió, según versiones, sin esperar el enterado del Gobierno. Primo de Rivera murió con dignidad, siendo su ejecución un acto sobrio exento del dramatismo romántico que sus seguidores incluyeron en su leyenda. En su testamento dejó constancia de su deseo: «Que sea la mía la última sangre española vertida en discordias civiles». Otra de sus frases más conocidas es: «Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino». La noticia de su muerte llegó pronto a la zona nacional y fue silenciada durante los dos años siguientes, llegándosele a conocer como "el ausente". La figura del mártir, ampliamente explotada en los años siguientes, resultaría quizá más útil y menos incómoda que la del líder político. Además, mientras Primo de Rivera permaneciera vivo pero «ausente», los líderes de Falange no intentarían dotarse de un nuevo líder, siendo así más manejables por la voluntad de Franco de concentrar todo el poder en sus manos. Después de su ejecución se convirtió en un mártir simbólico, y el cumplimiento de sus supuestos planes para España dotaron de una falsa justificación prácticamente cada acto del Caudillo.

Concluyendo, José Antonio Primo de Rivera, Dos veces Grande de España, líder político y abogado, padre del Nacional-Sindicalismo, uno de los pocos que han "entendido" verdaderamente la consciencia colectiva de las diversas nacionalidades "subterráneas" de España (Qué se esfuerzan en separase entre sí sin darse cuenta de sin las otras no son nada, no son España), visionario del "destino universal e imperial de las nacionalidades hispanicas" siempre presente en sus discursos, acabó siendo metido en el saco de los fascistas por haber adoptado las maneras mussolinianas (Clasificación de la que siempre huyó "Falangista, no Fascista") y destruyendo con su martirio los Símbolos de Falange, que, como el Cara al Sol o las Camisas azules, pasaron a ensanchar el retintín del régimen de Franco (Que ni siquiera se basó ideologicamente en sus doctrinas, sino que creó una nueva, el Nacional Catolicismo, fascista con tintes falangistas).

En este enlace sus obras completas y en este otro el de la Fundación José Antonio Primo de Rivera, con númerosos artículos sobre la figura de este personaje histórico-político de España.